Heyne Sorge Mogollón, el
"investigador" de Ernesto Samper Pizano
J.G. COBO BORDA, J. A. SILVA Y H. S. MOGOLLÓN
Esta semana ha sido pródiga en tonterías, unas
espeluznantes, otras ridículas, pero todas dignas de la
hora.
Heyne Sorge Mogollón, el "investigador" del presidente
Ernesto Samper Pizano, estuvo en Casa de Nariño buscando
un acuerdo con el ministro de gobierno Horacio Serpa
Uribe a fin de dar alguna explicación coherente sobre
los 16.000 millones de pesos que su despacho asignó al
hijo de Chimá, y el doctor Antonio José Cansino, abogado
del presidente, ayuda para salir del lío de haber dado
destino diferente a una guita que le prestó un banco del
gobierno.
Horacio Serpa Uribe, que ha trabajado en lugares
históricos del Ejército de Liberación Nacional de los
hermanos Vásquez Castaño como San Vicente del Chucuri y
Barrancabermeja, entrenado en la incorruptible
Barranquilla, miembro de la Constituyente del 91 que
abolió la extradición de colombianos por narcotráfico,
no quiso dar instrucciones sino que le dotó de las
palabras claves de este gobierno: mamola, contubernio,
ni chicha ni limoná, mientras Cansino Moreno atendía a
un arúspice que le auguraba un obligatorio abandono del
néctar de malta, un susto con pistolas de plástico y un
para siempre hablar como si estuviera alicorado.
H.S. Mogollón, el notable jurisconsulto y legislador de
la república oriundo de las sabanas de Cordoba, hijo de
Clitoself, hermano de Mack, Zeus Jafet, Enio Enoc y
Betonia, sobrino de Ulises y Tito Livio, primo de Asis
Nau, Odón Amos y Zoa dice que tiene su conciencia
tranquila porque va hacer pavimentar la carretera entre
Tuchín y Chimá, donde nació el santo de la famosa novela
de Manuel Zapata Olivella; que hará una casa cultural,
una concha acústica y un puente y que si le alcanzan los
16.000 millones hasta hace un parque en Arache.
A este acontecimiento hay que adicionar que una revista
inaugura y celebra con ciento un año (101) de
anticipación la muerte de José Asunción Silva, a quien
la Gerencia Cultural del Banco de la República, en
cabeza de su titular, el puntero derecho Darío Jaramillo
Agudelo ha puesto a pagar sus embargos en unos billetes
de cinco mil pesos. Dicen los que saben, que la Gerencia
hizo firmar un contrato a J.A. Silva por cincuenta y dos
años de circulación del billete, así el poeta podrá, en
el año 2047 salir libre, pues habrá terminado de pagar
las 52 demandas que tenía al suicidarse.
Y sin que nos deje un respiro tanta estulticia, el
nonagenario Germán Arciniegas anuncia el ingreso en la
Real Academia Colombiana de la Lengua Española de J.G.
Cobo Borda, su biógrafo y rollizo asesor cultural de
Ernesto Samper Pizano, experto en Herrores de
Hortografía, que en sus conferencias habituales entre
Atenas y El Cairo habla sobre la influencia del
moussaka, la gyros, el kibbeh y la tabbouleh en la
poesía colombiana, acontecimiento éste sin igual en el
momento que vivimos, pues confirma que el mundo está
patas arriba y que las aguas no corren hacia el mar sino
hacia las montañas.
La comedia, que bien puede terminar en tragedia, de H.S.
Mogollón y Ernesto Samper Pizano, no tiene antecedentes.
Uno y otro están incursos en el sumario donde uno
investiga y el otro es acusado, el Proceso 8000, pero
como, según nuestro Estado de Derecho y la Reserva del
Sumario, para poder destituir un funcionario hay
comprobar primero el delito que todo mundo sabe
cometido, se permite que el Presidente solicite le
indaguen por lo que no ha hecho como presidente, aun
cuando sí como candidato, y apartando la Fiscalía, se
nombra un "investigador" honoris causa, que para hacer
bien el trabajo debe saber bien del asunto: es decir,
nada mejor que otro implicado, pues así las cosas
llegarán pronto a puerto: la absolución de ambos de
parte de los dos mismos.
Quizás por esa velocidad con que suceden las cosas, una
de las casas de poesía se ha apresurado a adelantar el
evento del centenario de la muerte de Silva, no la vayan
a dejar por fuera en la Fiesta General del Nuevo
Ministerio de Cultura en la Primera Semana de Noviembre
en Barranquilla.
Que la inauguración del Año Silva fue un evento
tremendamente erótico y meramente mercantil lo
documentan las fotos que publica la revista de la
institución. Sonetistas como Rafael Cruz y Heriberto
Estupiñán; corredores de bolsa y economistas como Juan
Luis Mejía, María Mercedes Carranza y Rosa Emma Arenas;
ensayistas como Juan Sebastián Betancourt y Germán
Botero de Ríos; narradores como Carlos Alfonso Burgos,
Gonzalo Sánchez, Camilo Forero, Jorge Orlando Melo,
Gabriel Rubio y Diego Fuentes; poetisas como Carolina
Torres y Lía Roux de Caicedo, todos ellos y muchos
menos, fueron recibidos por el Premio Nobel del Palacio
de Justicia, el poeta de la patria Belisario Betancur
Cuartas para lamentar, sin mala conciencia, que les haya
ido tan bien en esta vida y a Silva como a perros en
misa. ¡Pero qué importa! Al fin y al cabo todos van a
recitar, disfrazados de Berta Singerman, Nocturno. Según
la revista Semana, uno de los acontecimientos más
notables de las celebraciones será la importación de 50
millones de lupas de Hong Kong para que la gente pueda
leer el poema oculto en el billete.
Y lo de JG Cobo Borda, ni se diga. Todo el mundo sabe
que se tiene merecidísimo el ingreso al Círculo de los
Inmorales. (Perdón, faltó una t, quise decir
Inmortales). Gracias a él todas las Embajadas de
Colombia han vuelto a recibir las Obras Inconclusas de
Germán Arciniegas, --quien ahora propone a Cobo Borda
como nuevo ministro de cultura--, luego de un receso de
setenta años, cuando cayó el primer gobierno de López
Pumarejo. ¡Cómo no ingresarlo a la Real Academia luego
de tal hazaña! Lástima, sí, que sea el propio
Arciniegas, tan sabio por viejo y no por diablo, quien
diga que hasta donde él sabe, ningún colombiano famoso,
hizo nunca, parte de tan reducido grupo de lumbreras, y
menos por estos días, cuando la Real Academia Colombiana
tiene de Secretario Perpetuo una momia egipcia
conservada en alcohol: Ignacio Chaves Cuevas.
Dicen que la fiesta que va a ofrecer Samper a Cobo Borda
no tendrá parangón en la histeria de las celebraciones
literarias. Galones de licor de malta de la inmensa cava
del Caro y Cuervo, salmones de Chile, caviar del
Báltico, pechugas de pavo de Gloria Zea y champán de la
HJCK anunciarán al mundo que el futuro Ministro de
Cultura del Régimen más Corrupto de la Tierra al fin
pasó el examen de puntuación que se necesitaba para
sentarse en la butaca que abandonó por voluntad propia,
hace poco, Jorge Rojas, el viejo terrateniente de Piedra
y cielo que Dios tenga para siempre sembrando papas de
Boyacá.
La Prensa,
Bogotá, Miércoles 27 Septiembre 1995
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